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Rechina
la casa del poeta
del poeta que tiene
ruidos; ruidos y ruidos
en la cabeza
como latas vacías que se estrujan y ruedan
por los pasillos de la casa
la casa del poeta
cuyas paredes
soportaron desesperación y golpes.
La misma casa que cobijó
al poeta y al poema
la que se estremeció al paso
de colectivos
atestados de gente
de trenes que sucumbieron antes
de helicópteros aterciopelados
sobrevolando la terraza el año en crisis
de mujeres incendiarias
de las que solo quedaron cenizas.
La casa
del poeta que abre cada día sus ventanas
que enciende el horno
y recalienta viejos amores
que enloquece sobre duros y fríos muros
que abraza, algunas veces, el vacío
ríe y llora en los rincones
que patea para que la puerta se abra
la puerta de la casa
la casa del poeta
que habita el espacio imposible de un derecho
de un lujo
cuando lujo es necesidad.
La casa del poeta
la casa que el municipio acaba de rematar
La casa
del poeta que no pudo con los impuestos
de la casa.
Jorge Dipré (Rosario, 1990)
(1989-1990; uno de los tantos años que vivimos en crisis).
Vean cómo me explayo vean
cómo me equivoco
propago erratas y chochez
Preceptor, el de los preceptos, dice:
Introductor, el de los introductos, dice:
El título es de la avanzada
alucinógena
a veces
El título avanza
aun petrificado
Comuniones insistentes:
insistencias
procurándose en comunión
Los Testigos de Cervantes:
pedido de palabras
rendimiento de palabras
El escritor no viene solo
(lector apuntado por un arma de juego)
Los libros nos miran:
"La Fábula Papal"
"Dilemama"
"De Cómo Voy a Degollar a mis Hermanos Contra mis
Convicciones y
la Ley”
El final me halla buscándolo:
careo, caca y cacareo
He visto así
he leído.
(*) Rolando Revagliatti, de “Ripio”, enero de 1999, poemas considerados
inéditos hasta ese momento. Producción Gráfica L. J. Silver -Producciones
Editoriales- Bs As, Argentina.
Si me advirtieras mañana
fulminado por un rayo
descuida: será un
espejismo
Si me sorprendieras
dejando
de ser quien esperabas
que yo fuera
descuida: será otro
espejismo
Si me sorprendieras
dejando
de ser quien yo
esperaba ser
descuida: será otro
(o el mismo)
Si hallaras un gato
dentro de mi casa
descuida: será una
liebre
Si reconocieras a un
hijo mío
naciendo de mi mujer
descuida: lo venderé
al bastardo.
*
No sé si es el whisky o qué vicio
Aun con mi poco
cerebro no olvido el nombre verdadero
de la piba que busco
en el barrio chino
Pongo lo mío en la
historia que me advierte
del peligro que corro
husmeando a la manera
de mis personajes
Debo hallarla
Debo escribir, pero
debo hallarla
Debo urdir mis
peripecias con algún tipo de maestría
equiparable al de esos
tipos que sí que saben escribir.
*
Mal como vampiro, mal
como sardina, mal
como mirón
Allí estaba Gloria,
probándose
una fina bombacha
para mí
Mal como vampiro, mal
como sardina, mal
como mirón.
*
El Sistema Solar con sus cruentas parcelas
y yo solo y entero
yo ya solo y entero:
una bella historia
en el sueño de mi
novia que no prescribía
El Sistema Solar es ancho
y antiguo
y yo no soy tan joven
ni tan angosto
yo ya no soy tan joven
ni tan angosto:
las otras historias
todas las historias
van a dar al morir:
dulces sueños.
*
En la guarida que la fregona
fisgona
es de sí misma
aguarda la inoculación
(es ella también
de las tinieblas)
El extenso prepucio de
la anguila
arrastra a la fregona
fisgona
al sueño con la
anguila.
*
Vengo por el aviso
me pongo en la fila de
los querendones
con mi camarita
restañante
equívoca
con mis tomas a su
sombrero
a sus vinchas y a sus
alegrías
con mis planos cortos
a lo largo de sus confesiones
con mi vena de
caballero
enfoco y enfoco a
nuestra católica
ávida de arrobo y
aligeramiento.
(*) ROLANDO REVAGLIATTI, abril, 2024, poemas cedidos. "Van seis poemas, Jorge, de un libro que reúne poemas que fueron publicados en otras versiones hace muchos años y luego eliminados de los libros respectivos. Con retoques, cambios, laburo, más concentrados, preveo para dentro de no muy pronto, editar un libro que se llamaría "FLOTA" (lo que flota después de los naufragios...)"
http://www.revagliatti.com/
EL QUE NUNCA ESTÁ CONFORME
Así me voy/ triste y atribulado
bajo un cielo/ que no me corresponde
Cantando/ en susurros
canciones de otros dueños,
porfiando azul
con los ojos cerrados.
Despierto
de otro sueño
*
AVENIDA INTERESTELAR
Como un silbido de la nieve
que no existe
canta la canción un astronauta desnudo.
Se despereza el pájaro
con medio cuerpo en tierra.
Lucra la aurora con su propio color.
Son la mitad de fugaces los ríos vacíos
y de felices las abejas sombrías.
Va a decir primavera una casa vacía,
pétalo una pared de casi piedras,
licor el vaso dado vuelta.
Todo dentro de una tela que se cierra.
*
FERVOR FELINO
Escurridiza
casi gata
y mi torpeza,
claro,
que ningún felino
podría tolerar mucho tiempo.
Poco pudo darte de comer
mi mano ansiosa
-el exceso es una carencia sofocante-.
En los intersticios
de la vida
pudiste arquear fácilmente tu cuerpo
para escabullirte
con todas tus vidas intactas,
sin ningún tipo de curiosidad ni cascabeles.
*
ABUNDANCIA
Las cosas del mundo
intentan ser tomadas por los poemas.
Miles de poetas escribiendo
sobre las cosas del mundo.
Millones de redes
impiadosamente arrojadas.
La ecología se ríe de la estética
y este poema que se pega en el borde del cesto
*
MISTERIO, SILENCIO
Una ráfaga,
como un fuego en la carne
o el filo en lo que no termina
de decirse.
Imperturbable luz
toma nota de todo
y salpica el agua del desamparo.
(*) del libro “Lastre”, Lisandro González; 2023 Edit. Librería de la Paz, Resistencia, Chaco.
A través de la vida de
mi abuela
podría contarse la
historia de un siglo,
como bajo la luz
parpadeante de un cinematógrafo onírico...
Buenos tiempos,
malos tiempos
y al final, Rosa
sentada en su sillón
bajo la galería con
vista al patio,
recordando...
Cuando mi abuela nació
todavía estaba en pie
la piedra movediza.
Las calles de mi pueblo
eran aún imaginarias
bajo una espesa niebla
y los ingleses se
emborrachaban en el Hotel Londres.
Después, poco después
comenzaría a rodar el
molino de la Historia,
entre acordes de un
jazz frenético:
la revolución comunista
el crack de Wall Street
los dirigibles
dominando el cielo
y Gardel cantaba en la
radio
y el Toro salvaje de
las pampas
sacaba de una piña a
Dempsey fuera del ring.
Mientras tanto Rosa...
reía con esa risa que
era como el cristal,
como el poema de Péret,
"Rosa espuma de
mar hecha cristal"
y pasaban películas
mudas como en un sueño
y las guerras eran como
chaparrones de sangre y odio,
tan lejos...
Ya se apagaría en la
radio la voz de los dictadores
mientras ella amasaba
aquella pasta inolvidable
y cultivaba un rosal de
rosas rojas, rosas, blancas, amarillas
y la radio anunciaba el
Glostora Tango Club.
Cómo olvidar aquellos
cuentos leídos en la cama,
aquella letra menuda de
sus cartas con faltas de ortografía.
Cómo olvidar aquellos
tazones de café con leche en el invierno,
cómo olvidar el pan,
las nueces, los sueters tejidos a mano,
las sierras en el
verano y su risa feliz…
Cómo olvidar el perfume
incomparable de su rosal…
Cuando se fue...
fue como salir al
camino bajo la lluvia,
sin tener a dónde ir.
Rosa espuma de mar,
Ross cristal,
fragilidad.
(*) Leandro Tuntisi, de
revista Talismán, Poesía en la ciudad, Otoño de 2023, Venado Tuerto, Argentina.
12 de junio de 1996
Querido Borges:
Dado que siempre colocaron a su literatura bajo el signo de la eternidad, no parece demasiado extraño dirigirle una carta. Si alguna vez un contemporáneo parecía destinado a la inmortalidad literaria, ese era usted. Usted era en gran medida el producto de su tiempo, de su cultura y, sin embargo, sabía cómo trascender su tiempo, su cultura, de un modo que resulta bastante mágico. Esto tenía algo que ver con la apertura y la generosidad de su atención. Era el menos egocéntrico, el más transparente de los escritores... así como el más artístico. También tenía algo que ver con una pureza natural de espíritu. Aunque vivió entre nosotros durante un tiempo bastante prolongado, perfeccionó las prácticas de fastidio e indiferencia que también lo convirtieron en un experto viajero mental hacia otras eras. Tenía un sentido del tiempo diferente al de los demás. Las ideas comunes de pasado, presente y futuro parecían banales bajo su mirada. A usted le gustaba decir que cada momento del tiempo contiene el pasado y el futuro, citando (según recuerdo) al poeta Browning, que escribió algo así como «el presente es el instante en el cual el futuro se derrumba en el pasado». Eso, por supuesto, formaba parte de su modestia: su gusto por encontrar sus ideas en las ideas de otros escritores.
Esa modestia era parte de la seguridad de su presencia.
Usted era un descubridor de nuevas alegrías. Un pesimismo tan profundo, tan
sereno como el suyo no necesitaba ser indignante. Más bien, tenía que ser
inventivo... y usted era, por sobre todo, inventivo. La serenidad y la
trascendencia del ser que usted encontró son, para mí, ejemplares. Usted
demostró de qué manera no es necesario ser infeliz, aunque uno pueda ser
completamente perspicaz y esclarecido sobre lo terrible que es todo. En alguna
parte usted dijo que un escritor debe pensar que cualquier cosa que le suceda
es un recurso. (Estaba hablando de su ceguera.)
Usted fue un gran recurso para otros escritores. En 1982 –es
decir, cuatro años antes de morir (Borges, son diez años)– dije en una
entrevista: «Hoy no existe ningún otro escritor viviente que importe más a
otros escritores que Borges. Muchos dirían que es el más grande escritor
viviente... Muy pocos escritores de hoy no aprendieron de él o lo imitaron».
Eso sigue siendo así. Todavía seguimos aprendiendo de usted. Todavía lo
seguimos imitando. Usted le ofreció a la gente nuevas maneras de imaginar, al mismo
tiempo que proclamaba, una y otra vez, nuestra deuda con el pasado, por sobre
todo con la literatura. Usted dijo que le debemos a la literatura prácticamente
todo lo que somos y lo que fuimos. Si los libros desaparecen, desaparecerá la
historia y también los seres humanos. Estoy segura de que tiene razón. Los
libros no son sólo la suma arbitraria de nuestros sueños y de nuestra memoria.
También nos dan el modelo de la autotrascendencia. Algunos piensan que la
lectura es sólo una manera de escapar: un escape del mundo diario «real» a uno
imaginario, el mundo de los libros. Los libros son mucho más.
Lamento tener que decirle que la suerte del libro nunca
estuvo en igual decadencia. Son cada vez más los que se zambullen en el gran
proyecto contemporáneo de destruir las condiciones que hacen la lectura
posible, de repudiar el libro y sus efectos. Ya no está uno tirado en la cama o
sentado en un rincón tranquilo de una biblioteca, dando vuelta lentamente las
páginas bajo la luz de una lámpara. Pronto, nos dicen, llamaremos «notebook»
cualquier «texto» a pedido, y se podrá cambiar su apariencia, formular preguntas,
«interactuar» con ese texto. Cuando los libros se conviertan en «textos» con
los que «interactuaremos» según los criterios de utilidad, la palabra escrita
se habrá convertido simplemente en otro aspecto de nuestra realidad televisiva
regida por la publicidad. Este es el glorioso futuro que se está creando –y que
nos prometen– como algo más «democrático». Por supuesto, usted y yo sabemos,
eso no significa nada menos que la muerte de la introspección... y del libro.
Por esos tiempos no habrá necesidad de una gran conflagración. Los bárbaros no tienen que quemar los libros. El tigre está en la biblioteca. Querido Borges, por favor entienda que no me da placer quejarme. Pero, ¿a quién podrían estar mejor dirigidas estas quejas sobre el destino de los libros –de la lectura en sí– que a usted? (Borges, son diez años.) Todo lo que quiero decir es que lo extrañamos. Yo lo extraño. Usted sigue marcando una diferencia. Estamos entrando en una era extraña, el siglo XXI. Pondrá a prueba el alma de maneras inéditas. Pero, le prometo, algunos de nosotros no vamos a abandonar la Gran Biblioteca. Y usted seguirá siendo nuestro modelo y nuestro héroe.
Susan Sontag (nacida como Susan Rosenblatt, Nueva York, 16
de enero de 1933-ibídem, 28 de diciembre de 2004) fue una escritora, novelista,
filósofa y ensayista, así como profesora, directora de cine y guionista
estadounidense de origen judío. Aunque se dedicó principalmente a su carrera
literaria y ensayística, también ejerció la docencia y dirigió películas y
obras teatrales. Sontag fue ganadora del premio Príncipe de Asturias de las
Letras, que otorga el gobierno español, el 7 de mayo de 2003.
®️Literatura, arte, cultura y algo más https://www.facebook.com/permalink.php?story_fbid=pfbid0qWwTgGnRGsQttfMeqgQLW7dymMpKmFgB1dFSFFiJwP2G68JcV4nMxn77pxcvUvJJl&id=100065073139203
trabajo muchas horas tatuando gente en joyland park
estoy calvo
y gracias a la marina he recorrido el mundo
no sé pensar lejos
pero conozco algunos trucos
logré que wade miller me hiciera protagonista de ‘Paso
Fatal’
(san diego después de la segunda guerra)
por otra parte
jamás bordaría una odalisca en la espalda de nadie.
me gusta el público todas las noches
no es por dinero
no
la multitud
me gusta
en las filipinas
me abrieron el vientre
con una botella de pilsen
por una nativa
que no recuerdo
no logro recordar
era una mestiza con aceite en el pelo
he soportado casi todo
tengo cicatrices norteamericanas en la mente
no es necesario vivir miles de años para estar en paz
permíteme que pinte
el emblema de la Unión
en tus bíceps
y te confirmaré un prejuicio:
la piel de los judíos es mucho más dura que la de los
animales.
(*) Alejandro Schmidt; “Serie Americana”; (segunda edición
corregida) 2008; Ediciones Recovecos. Publicado por primera vez en 1988.
El surrealismo, como es sabido, coloca la creación al dictado del inconsciente. Y esto no porque se haya propuesto renovar los caminos de la literatura, sino porque más bien se propone dinamitarlos.
En la antesala del surrealismo está la guerra, ese gran festival de
destrucción de las fuerzas productivas, de trituración de los cuerpos y
licuefacción de las conciencias, al que el capitalismo, no solo periódica, sino
perpetuamente, se consagra. Pero ésta es la primera de su siglo, primera a gran
escala,
Es contra ese fondo trágico, contra ese infinito desamparo de trinchera
cubriendo el horizonte, contra ese pozo de desconcierto y sinsentido, contra
ese horror, que algunos seres jóvenes, vivientes, o, para mejor decir,
sobre/vivientes, se alzarán.
Un interrogante se plantea, similar sin duda en algún grado al que más
tarde va a plantearse Adorno cuando llegue a decir que, después de Auschwitz,
no es posible escribir poesía. En 1919 la respuesta primera es también de una
tajante negatividad. No sólo no hay poesía ni literatura posibles o válidas, no
hay nada, nada más que un furor corrosivo que ataca de un solo coletazo todo
valor establecido. Esto es Dadá. “Nada de
pintores, nada de literatos, nada de músicos, nada de escultores, nada de
religiones, nada de republicanos, nada de realistas, nada de imperialistas,
nada de anarquistas, nada de socialistas (…) nada de todas esas imbecilidades,
no más nada. NADA. NADA. NADA”, dice uno de sus manifiestos. Y el propio André
Breton: “Dadá no se entrega a nada, ni al
amor ni al trabajo. Es inadmisible que un hombre deje una huella de su paso por
la tierra.”
Y, sin embargo, el mismo Breton, planteándose poco después la discusión
y defensa del espíritu moderno, va a proponer el abandono inclusive de Dadá que
“no nos sirvió más que para mantenernos
en este estado de perfecta disponibilidad en el que estamos y del cual ahora
partimos con lucidez hacia lo que nos está llamando.”
Lo que llama, lo que incita, lo que se ofrece para ser descubierto y
nombrado por primera vez: ya ahí, en ese primer paso hacia sí mismo, está el
surrealismo en su elemento natural, que es el
deseo. Ya no se tratará solamente de demoler lo que es, sino de refundar la
realidad en un sentido nuevo. Cambiar la vida, como dijo Rimbaud, trasformar el
mundo como dijo Marx, rehacer de cabo a rabo el entendimiento humano. El
principio que está en la base de esas consignas que el surrealismo se irá
dando, es, desde el comienzo, dialécticamente ligado a la imprescindible
violencia destructora, el principio creador de mundos. Es Eros.
El surrealismo coloca la creación al dictado del inconsciente. No para
renovar los caminos de la literatura, que le importan muy poco, sino para
refundar el sentido del lenguaje
Porque ¿dónde se buscará el nuevo sentido? Bien puede decirse que la
guerra no es otra cosa que barbarie, puro estallido de animalidad. Sin embargo,
son las palabras de la razón, de la lógica, del patriotismo, de la fe, de la
moral, del deber, de la cultura, de “los valores más sagrados de la
civilización”, las que la justifican, le dan lugar y la acompañan. El sentido,
indudablemente, estará en otra parte.
Y allí está: ese fastuoso territorio explorado por Freud y que cada
cual vislumbra cuando sueña. Allí está ese método de asociación libre que el
propio Breton habrá tenido ocasión de experimentar en el hospital al que, como
estudiante de medicina, es asignado durante la guerra. Y allí están los
estudios sobre la histeria, las imágenes de esas mujeres cuyos gestos y
actitudes revelan toda una vida pasional habitualmente reprimida por las
convenciones y la moral burguesas, imágenes a partir de las cuales comenzará a
formarse, sin duda, la idea surrealista de belleza -belleza de la que se nos
dirá más tarde: “será convulsiva a o no
será”.
De ese territorio tomarán
también, y para siempre, la palanca lujosa, excesiva, imperiosa del principio
de placer alzándose en contra de un principio de realidad mediocre, chato,
estrecho, contracturado y sofocante.
El surrealismo coloca la
creación al dictado del inconsciente para abrir brechas en la realidad, para
forzar, no sólo los límites de lo decible, sino también de lo vivible
Eros es principio vital,
creador, expansivo.
Y Logos, ¿qué será?
“Empezábamos a desconfiar de las palabras, dice Breton en Las palabras sin arrugas, “Se
trataba: 1º de considerar la palabra en sí, 2º de estudiar lo más cerca posible
las reacciones de unas palabras sobre otras. Solamente a este precio se podía
esperar devolver al lenguaje su auténtico destino, lo que, para algunos, entre
los cuales estaba yo, debía dar un gran impulso al conocimiento y exaltar la
vida otro tanto.”
Lamentándose de la sujeción habitual
al peso muerto de la etimología y a una sintaxis mediocremente utilitaria,
denuncia Breton que esto da cuenta del pobre conservadurismo humano y del
horror del infinito.
Pero he aquí que Marcel
Duchamp publica en la revista Littérature
unos juegos de palabras, una suerte de lapsus poéticos, que firma con nombre
fingido de mujer: Rrose Sélavy. Firma y afirma,
porque ese nombre está diciendo en realidad: “Eros es la vida”. Breton
considera primero esos juegos como producto de un total rigor matemático. Pero
entonces ocurre que, cuando Robert Desnos habla dormido, convoca a Rrose Selavy
y es en su nombre que inventa, con deslumbrante inmediatez y facilidad, los mismos
juegos que Duchamp, juegos que es incapaz de producir en estado de vigilia.
Esa experiencia demuestra
por fin, dice Breton, que las palabras viven su propia vida, que son unas
creadoras de energía.
Y concluye: “Entiéndase
bien lo que decimos: juegos de palabras, cuando son nuestras razones de ser más
auténticas las que están en juego. Las palabras, además, han dejado de jugar.
Las palabras hacen el amor.”
Veinte años más tarde, en el
poema En el camino a San Romano,
escribirá:
“La
poesía se hace en la cama
como
el amor.
Sus
sábanas revueltas son la aurora de las cosas.
La
poesía se hace en los bosques.”
El auténtico destino del
lenguaje, ese uso surrealista del lenguaje, cuyo limpio torrente van a
descubrir y liberar cuando claven su pica en el umbral del sueño, implica la re-erotización
de las palabras. Es lenguaje de amor.
Las palabras, cuerpos
sonoros, por lo tanto, físicos, sensuales, erizados, vibrátiles, son llevadas y
traídas, como todos los cuerpos, por el juego de la mutua atracción; son, como
las imágenes del sueño, expresión del deseo.
El deseo, dice el Léxico sucinto del erotismo -en el
catálogo de la exposición surrealista de 1959, consagrada justamente a Eros-,
el deseo “es la tendencia profunda,
invencible, y muchas veces espontánea, que empuja a un ser a ‘apropiarse’ de la
manera que sea de un elemento del mundo exterior o de otro ser. Esta tendencia
culmina y se desarrolla en la sexualidad. Sus modos son innumerables y
enigmáticos:
La gran fuerza es
el deseo
Y ven que te beso
en la frente.
(Guillaume Apollinaire)
La afinidad de los minerales, el celo de los animales sugiere que dicha tendencia es consustancial al universo. Pero únicamente el deseo —incesantemente ruina e incesantemente fénix— define al individuo humano. Para algunos, tiene valor por sí mismo, es un medio de conocimiento. (…)”
No es, pues, la
racionalidad, sino el deseo quien define lo humano. Y este deseo es, en primer
lugar, cuestión concreta, sobre la que la interrogación colectiva no deja de
plantearse.
El 27 y 31 de diciembre de
1928 tienen lugar, en casa de Breton, dos jornadas sobre sexualidad. Cada
miembro del grupo, por turno, interroga a los demás sobre diversos temas
concerniendo la práctica de la sexualidad. Los puntos que abren ambas jornadas
y a los que se les dedica más tiempo de discusión, son los siguientes:
“¿En qué medida el hombre,
durante el acto del amor, se da cuenta del placer de la mujer?
¿En qué medida la mujer se
da cuenta del placer del hombre?
¿En qué medida es posible y
deseable que la mujer y el hombre, durante el acto del amor, gocen
simultáneamente”
Y siguen cantidad de cuestiones:
preferencias personales en cuanto a posiciones en el amor, partes del cuerpo, excitantes,
etc., masturbación en la mujer y en el hombre, homosexualidad masculina y
femenina, perversiones, fetichismo, voyeurismo, etc.
La versión taquigráfica de
estas discusiones aparece luego en La
revolución surrealista.
Seguirán, en la historia del
movimiento, muchas otras encuestas que vuelven una y otra vez al ámbito del
deseo y la sexualidad. En 1929 es la encuesta sobre el amor, cuya primera
pregunta es: “¿Qué grado de esperanza pone Ud. en el amor?” Y la última: “¿Cree
Ud. en la victoria del amor admirable sobre la vida sórdida o de la vida
sórdida sobre el amor admirable?” En el 32, el grupo yugoeslavo interroga sobre
el deseo. En los años 50, se preguntarán los surrealistas sobre el strip-tease,
en los años 60, sobre las representaciones mentales durante el acto del amor, etc.
Se trata, como dice Maurice Nadeau
en
Se trata de sacudir la
carcasa rancia de las costumbres.
Y en 1928, desde luego, la
publicación de estas jornadas es un acto evidente de provocación y escándalo.
Todos los medios son buenos,
dice el segundo manifiesto, para destruir las ideas de patria, religión y
familia. Los surrealistas, dice, no pueden contener la necesidad de “reírse como salvajes ante la bandera
francesa, de vomitar su asco en la cara de cada sacerdote, de apuntar contra la
ralea de los ‘deberes primordiales’ el arma de largo alcance del cinismo
sexual.”
De la amplia gama de
registros que van del “cinismo sexual” a ese carácter “erótico-velado” que
Breton reconoce en la belleza convulsiva, la expresión sensible de los
surrealistas pulsará distintas teclas, en la misma medida en que en la
expresión del amor caben suspiros y blasfemias, gritos, silencios y susurros.
“Arma de largo alcance” es
también la obra del Marqués de Sade, apasionadamente reivindicado como “uno de
los polos extremos de la rebelión,”, que levanta en “las comarcas sometidas a
la supuesta ley divina, a la supuesta ley natural, a la supuesta ley política”,
la protesta humana esencial, que es el deseo.
Así le escribe Breton:
El marqués de Sade ha regresado
al interior del volcán en erupción
De donde había venido
Con sus hermosas manos todavía
adornadas con flecos
Sus ojos de muchacha
Y esa razón a flor de sálvese
quien pueda
Que es la suya
Pero desde el salón
fosforescente de lámparas de vísceras
No ha dejado de lanzar las
órdenes misteriosas
Que abren una brecha en la noche
moral
Por esa brecha veo
Que las grandes sombras tambaleantes
la vieja corteza minada
Se disuelven
Para permitirme amarte
Como el primer hombre amó a la
primera mujer
En total libertad
Esa libertad
Por la cual el fuego mismo se
hace hombre
Por la cual el Marqués de Sade
desafió a los siglos con sus grandes árboles abstractos
De acróbatas trágicos
Enganchados al hilo de
Por esa brecha, que perfora la noche moral, llegamos al amor.
Amor admirable, amor recíproco, amor carnal, amor único, amor pasión, amor
deseo, amor loco, amor sublime.
Escriben Breton y Eluard en L´immaculée
conception (La inmaculada concepción) “El
amor recíproco, el único que podría interesarnos aquí, es aquél que pone en
juego lo inhabitual en la práctica, la imaginación en la rutina, la fe en la
duda, la percepción del objeto interior en el objeto exterior.”
Es inexacta -sino malintencionada- la tesis de Xavière Gauthier que, en
su libro sobre surrealismo y sexualidad, sostiene que por esta reivindicación
insistente -y a veces desesperada- del amor recíproco y exclusivo entre dos
seres, el surrealismo regresa al matrimonio y a la familia burguesa, a la
sujeción de la mujer a la vida doméstica, etc. Afirmar esto implica olvidar que
esa búsqueda del amor es consustancial en los surrealistas con la reivindicación
apasionada, no sólo de Sade, sino también de las ideas de Fourier, quien soñaba
un nuevo mundo amoroso y escribía: “La
felicidad consiste en tener muchas pasiones y muchos medios para satisfacerlas”,
o: “La felicidad del hombre, en el amor,
es proporcional a la libertad de la que gozan las mujeres.” Es en
Estas palabras, escritas después de la segunda guerra, dejan en claro
que la defensa del amor estuvo siempre ligada en los surrealistas a sus
aspiraciones revolucionarias. Tuvieron permanente conciencia del antagonismo
entre la “vida sórdida” y el “amor admirable”, cuya realización plena y generalizada
sólo llegaría a ser posible después de un trastocamiento revolucionario de las condiciones
de existencia. “Pero a este amor, portador de las más grandes esperanzas
traducidas en arte desde hace siglos, no veo qué ha de impedirle
vencer en condiciones de vida renovadas”, escribe Breton en El amor loco (el subrayado es suyo).[1]
Para concluir, quiero citar las palabras de Robert Benayoun, en su
introducción a
(*) Silvia Guiard, Bs. As, abril 2006
[1]Escribe Breton al final del mismo párrafo: “Un tal propósito no podrá
ser cumplido por entero, mientras en el concepto universal no se haya condenado
la enorme idea cristiana del pecado. Nunca existió el fruto prohibido. La
tentación es por sí divina.” Es evidente que, de
PAISAJE
Yo estaba allí
diluido en el paisaje salado del mar
vueltos los ojos a un río desprejuiciado
y a unos cuerpos espumosos que se perdían
entre anónimas piedras.
Sabía que me lo llevaría para siempre
y que algunas palabras lograrían encender
esta ilusión que se llama recuerdo.
Así y todo quise destruir el vestigio de lo real
mastiqué cada vocablo que sonara conocido
buscando otra lengua
porque otra lengua significaría otro mundo
otra percepción.
Pero aquí estoy
saboreando estos restos.
21/01/94
PAISAGEM
Ali me achava eu
diluído na salgada paisagem do mar
os olhos virados para um rio sem preconceito
e corpos de espuma que se perdiam
entre as pedras anônimas.
Sabia que a levaria para sempre
e algumas: palavras alcançariam incendiar
esta ilusão que se chama lembrança.
Assim e completo quis destruir os vestígios do real
mastiguei todo vocábulo que soara conhecido
buscando um idioma diferente
porque outra língua significaria outro mundo
outra percepção.
Nas estou aqui
saboreando estes resíduos.
ENCRUCIJADA URBANA
En una encrucijada urbana
dos muertos en sus féretros
se saludan.
Uno va hacia el cementerio norte
otro al este.
Dentro de un largo coche
una pálida muchacha rubia
me mira sin mirarme
acongojada.
Será su esposa
Será su hija
Será su amante.
El coche sigue a una larga hilera
ya he visto antes
a esa mujer
en otras circunstancias
bajo otras luces
dentro de otras sombras.
¿Me miraría y, haciendo un hueco al dolor
se diría
ya he visto a este hombre antes
bajo otras luces
entre otras sombras
en otras circunstancias?
El semáforo me da el paso
camino hacia el este
con un muerto que viaja despacio
cuando llegue a la otra esquina
seguro
(10/06/96)
ENCRUZILHADA URBANA
Em certa encruzilhada urbana
dois mortos em seus ataúdes
cumprimentam-se.
Um segue ao cemitério do norte
o outro ao do leste.
Dentro de um coche espaçoso
uma pálida menina loura
me contempla sem olhar
ansiosa.
Será a sua mulher
Será sua filha
Será sua amante.
o coche segue uma longa fila
e eu antes já vira
essa mulher
em outras circunstância
sob outras luzes
dentro de outras sombras.
Olharia para mim e, num vazio de dor
se diria
já vi antes este homem
sob outras luzes entre outras sombras
em outras circunstâncias?
O semáforo dá-me passagem
caminho para o leste
Com um morto que viaja devagar
quando dobrar a outra esquina
certamente
terei esquecido tudo.
ESE MANTEL
a mi esposa Alejandra y a mis hijos Iván; Lucio y Sara.
Ese,
ese mantel
de días
de otras témperas derramadas
a un sol
aún invisible
a una luna
imaginaria
ése
poblado de manos
y pequeños comensales
con risas
que en el punto del lienzo
duermen impresas
el de las migas copiosas
que las alimañas devorarán
Tela esculpida
y absorta
turbada por la ráfaga
de la nostalgia
ese mantel
que de ausencias se harta
lleno
de nosotros
que no estamos
sobre esa mesa
no estamos
juntos
esta noche borracha
de cuervos mudos
sin estribillos
sin mácula
apenas
algunas lágrimas
apenas.
(06/02/2004)
ESSA TOALHA
a minha mulher Alejandra e aos meus filhos Iván; Lucia e Sara.
Essa,
essa. toalha de dias
de outros vestígios espalhados a um sol
ainda invisível
a uma lua
imaginária
essa
povoada de mãos
e pobres convivas
e risos
que no ponto da tela
dormem impressos
a das migalhas copiosas
que bichos vão devorar
Tela esculpida
e absorta
turva pela rajada
da saudade
essa toalha
que se sacia de ausências
cheia
de nós
que já deixamos
essa mesa
e não estamos
juntos
nesta noite ébria
de corvos silenciosos
sem estribilho
sem manchas
apenas
algumas lágrimas
apenas.
ALGUIEN TE NOMBRA
Alguien te nombra
con gruesa voz
en el cáustico vacío
Y en dos palabras
dice
lo que no dice.
Hay como un eco
cuando escuchás
y varias preguntas.
Alguien te nombra
y sabés
que ese nombrarte
rodará
cuando ya no lo escuches
y labios, labios
moverán
el cáustico vacío
con aire
de irrealidad.
(31/10/2002)
ALGUÉM DIZ TEU NOME
Alguém diz teu nome
com voz forte
no cáustico vazio
E em duas palavras
diz
o que não diz.
Há como um eco
se escutas
e várias perguntas.
Alguém diz teu nome
e sabes
que esse nomear-te
rodará
quando já não o escutes
e lábios, lábios
moverão
o cáustico vazio
com ar
de irrealidade.
“No se sabe por qué la poesía marca a algunos seres” Anahí Lazzaroni
El 23 de julio del 2011, en este mismo blog titulaba: “Anahí Lazzaroni: desde la ciudad del fin del mundo”, y seguía:
“Una ciudad mítica, de la cual todos han tenido alguna noticia, o se han maravillado con las imágenes de fotógrafos célebres y aficionados: Ushuaia.Por supuesto Ushuaia no era lo que es hoy y no lo era cuando Anahí llegó junto a su madre y su hermana Alicia -en el año 1966- desde La Plata, donde había nacido un 30 de agosto de 1957.
Ya no se fue más de esa ciudad que creció y se transformó. Todos sabemos que las poblaciones y las personas se expanden, se reducen y se vuelven a expandir: se transforman juntas. O quizá sea como una respiración alterna que comparten ciudad y habitantes, un intercambio de aires.
(*) De “ACECHAR EL HAIKU”, 2004
Hola
soy el muerto
un incómodo recuerdo
oculto en el fondo de un cajón
donde poner la podredumbre
que cae
moldeando las vacías huellas
que los pasos dejan
en la greda del camino
mientras se dirigen a un horizonte
desabonado de flores ya marchitas
como anuncio del cadáver
que allí espera consumarse
soy el muerto que acarrean
con pesar. Sus labios
me adjetivan con las calumnias
y los elogios habituales
se empecinan en cargarme
de esas piedras que no tiran
como si existiera todavía
el más allá de un luto
que no acaban de barrer bajo la alfombra
Oigan
soy el muerto
para mí no hay otra compañía
que el amoroso reptar de los gusanos
sus besos me hermanan con el universo
estoy libre del ritmo de los días
y de las necesidades del alma
soy ausencia en la carencia
soy sólo silencio
aullando en la tempestad de la memoria
de aquel que viene llorando
con los brazos abiertos a mi encuentro
(*) Jorge Pablo Yakoncick, de “Panfletos Cimarrones N°1,
2014, Líbelo Bagual, Ed
Poemas seleccionados de su último libro: "Ojalá que te pise un tranvía llamado Deseo"
YO lo tenía todo:
deudas, extrema soledad, odios
Fugitivo, rodeado de vagos
la vida me sonríe.
***
SI Dios me da vida
me la quitaré:
¿qué haría con ella?
***
Decime que soy un tarado
y oiré que soy un arado
(oiré lo que deba oír
dirás lo que debas decir).
***
-de un saque-
La Muerte
me puso en mi lugar.
***
sobre mi testa
horada la piedra.
***
se monta a su alumnito en rumano
Logra gemir en franco invencionismo
políglota.
***
la belleza.
***
Permítame usted contradecir sus deseos...
(imponer los míos).
***
de cuánto me admiras
no cesarás de combatirme
ignorándome.
***
Pero, sobre todo:
¿cómo hacer para que yo te guste de viejo?
Trinidad (cancioncilla)
Todos los patitos se fueron a bañar
La homeopatía, el psicoanálisis, la poesía
se quisieron quedar
y la alopatía los quiere medicar
Todos los patitos se fueron a bañar
El psicoanálisis, la poesía, la homeopatía
se quisieron quedar
y la psiquiatría los quiere enchalecar
Todos los patitos se fueron a bañar
La poesía, la homeopatía, el psicoanálisis
se quisieron quedar
Un Poder prosaico y expeditivo los quiere
Acallar
y los tres patitos gritan a cuál más.
***
El Revagliastés
Es en el Pequeño Revagliastés Deslustrado
donde sabremos hallar fácilmente
la fuente inagotable de nuestro absoluto
desconocimiento
Aprenderemos a sospechar, por ejemplo
de dónde no provenimos
y sin piedad
hacia dónde no vamos
Adquiéralo con tan sólo su rotundo desinterés
por hacerlo suyo:
el Pequeño Revagliastés Deslustrado
no es precio lo que tiene
sino valor (coraje)
y, sin embargo, siempre que puede
huye.
(*) Rolando Revagliatti, de su libro “Ojalá que te pise un tranvía llamado Deseo”, 2024, Leviatán, Argentina.
(**) http://www.revagliatti.com/biografia.htm
Durante el año 1991, me tocó presentar en Junín uno de los
mejores libros de la vasta obra de Rodolfo Álvarez, sin dudas un excelente
poeta y promotor de la poesía en el interior del país. Hay libros y escritores
que no merecen ser olvidados. Transcribo una arbitraria selección de cinco
poemas y una foto del día del evento, que me enviara el autor desde su
archivo personal, hace unos días.
plazas
los bordes tienen soles/ahí se
habitan cielos/que encienden
prenden fuegos/donde caminan
chicos/antiguos pobladores
siestean sus pelambres/sin
dormirse realmente/figurando
ver todo
los centros de las plazas/no
límites/construyen las
mitades/donde mirar de
firme/la canción de la tarde/el
aire matinal/el vientito ligero
que abre todas las puertas/por donde
soplan llueven/las eternas vecinas
como curiosas aves
entre todas las plazas/de junín/de
ciudades que viven en junín/se arma
un rompecabezas de suelos/claridades/
luces ó silbos frescos/por donde
con asombro de pez en vuelo lento/se
puede hacer hilacha e hilvanar/un
caminar gestarse/sin despertar los
truenos/que asolan la ternura de tanto
suelo nuestro/
y así/todo es
posible.
leyendo a edgar lee masters
invité a una chica a tomar un café/ella/
ella me dijo que su familia/su trabajo/su
vida/ella/en fin/yo ideaba magias otros
sortilegios/como para acaparar/pero ella
dijo/con la voz dijo/en fin
creo que los fracasados han decidido
fracasar/los exitosos es muy posible que
hayan decidido de antemano/los tristeados
han decidido/seguro es/decidieron en algún
vaivén/la vida/darse a la tristeza como tango/
los irracionales también han debido/¿mis
hijos deciden han decidido seguir creciendo
sin parar?/como/la vida/como en un valle/una
pequeña ciudad/spoon river maestro masters/
donde seguro que una chica si era invitada a
tomar un café/ella/es decir algún chico de
por ahí/algún imprevisto/solamente podría
hablar de su familia/su trabajo/enfin enfin/
no mucho más/y todo esto -es posible-/lo diría/
decisivamente/tan/en fin/
decisivamente.
amigos
los amigos reúnen/entre sí/sus
verdores/remember tantos días/como
aromos del aire/de los años del
aire/para si/entre sí/secretas
confidencias/que agitan estandarte/
amigos estandartes/eslabón de lo
unido/misteriosos designios/esquinan
en la calle reconocerse empero/sobre
los trabajos del día/las tareas pesadas/
los duelos las sonrisas/reúnen/entre
sí/para sí/espejismos reales/hechos tal
certidumbre/así/se terminó el dolor/no
hay tantas arenas movedizas/hemos aprendido
a no estar quietos/ascender caminar/se
suicidó la prepotencia/aprendido/como
aromos del aire/brotar verdores.
amigos (II)
contra la poquedad/se
juntan
—hay que ver/
Mirarse
con risa asienten/dicen
juntos/se están/son
juntos
entre la poquedad/otras
derrotas hueras
traen la
celebración.
los hijos miran fijo
miran/arden
sus ojos magias rayos
con pasión que los hace/el
hábito del juego/la canción
donde beber los ruidos
miran fijo/silencian
todo encierro/despiertan
toda voz/con la
brutal manera/la de
encielado gesto/que
pare risas cuentos/que
gotean los cuerpos/que
bailan ojos magias
como el amor los hace
sus miradas preguntan
llueven
donde habitamos
como solcito/en
fiesta.
(*) Rodolfo A. Álvarez, Paisaje Primavera, 1991,
Ediciones SALIDO, Colección RANCHORION, Junín. Pcia de Buenos Aires. /
(**) RODOLFO A. ALVAREZ (Junin 1957) es poeta.
periodista y músico. Formó parte de la primera banda de rock local, Agnus Dei,
en 1975. Dirigió durante 19 años la revista de poesía “Maldoror -la otra
liter/hartura”.
Escribió en diversos diarios y revistas del país y del
exterior. Entre 1996 y 2000 fundó y dirigió el espacio independiente Teatro de
Serafín. Entre el 2000 y el 2004 formó parte del trio de rock El Desbande.
Dirige las Ediciones del colectivo volador. Conduce un espacio radial junto a
Alejandro Miguel en FM Mestiza 101.7 de Junín. Sus últimos títulos son:
“Soles tranquilos y otros poemas pequeños” (Junín
2009-ediciones del colectivo volador) (Ilustración de Martin Micharvegas y
epilogo de Jorge Santiago Perednik)
“Escrito en el desierto” (Junín 2011-ediciones del colectivo
volador) (Ilustración de Daniel Rodríguez)
“Jarawaciones baby” (Junín, 2012- ediciones del colectivo
volador) (Ilustrado por el autor)
“Ciudad” - Ilustración, diagramación e idea de Romina
Paesani sobre el poema Ciudad de Rodolfo A. Álvarez (Junín, 2013, ediciones del
colectivo volador)
“Así sucede” (Junín 2014 - ediciones del colectivo volador)
(Prólogos de Rogelio Ramos-Signes y Enrique Scarpatti) (Ilustración y foto de
Sandra Pintos)
“Ternura ante la muerte /// eso” (Junín 2016- ediciones del
colectivo volador) (Ilustración de tapa de Romina Paesani)
“Política” (Junín 2017- ediciones del colectivo volador)
“La Promesante” (Junín 2018 ediciones del colectivo volador)
(Prólogo de Antonio Giobellina)
“Visitaciones” (Junín 2018 ediciones del colectivo volador)
(Ilustraciones de Daniel De Camillis)
“El cielo tarda demasiado en morir” (Junín 2019- ediciones
del colectivo volador) (Foto de Sandra Pintos)
“El bar unomismo” (Junín 2021-Humano ediciones) (edición
conjunta con el libro "Poemas en fuga" de Enrique L. Scarpatti)