Frente a mí esa piedra que alzo
y observo en sus irregulares redondeces.
Su historia de resistencia y desgaste
esa corrosiva bondad del agua.
En el astringente rastro del viento
yace la refracción a la pregunta.
¿Y si por la fractura de una paradoja
interrogase a mi propia calavera?
JD – Mayo 2015